La obsolescencia tecnológica es un fenómeno comúnmente asociado con la industria de la electrónica y la informática, la cual se ha convertido en un desafío para la construcción de infraestructura. Este problema no solo afecta la eficiencia y la sostenibilidad de los proyectos, sino que también tiene otras implicaciones, como consecuencias económicas y sociales.
La obsolescencia tecnológica en la construcción se refiere a la situación en la cual las tecnologías, métodos y materiales utilizados en la edificación y el mantenimiento de infraestructuras se vuelven anticuados o ineficaces debido a avances tecnológicos o cambios en los estándares y normativas. A diferencia de la obsolescencia planificada en la industria de consumo, la obsolescencia en la construcción suele ser consecuencia de la rápida evolución tecnológica y de la falta de adaptación del sector a estas innovaciones.
La pérdida de competitividad es uno de los principales problemas derivados de la obsolescencia tecnológica en la construcción. Las empresas que no adoptan nuevas tecnologías pueden encontrarse en desventaja frente a aquellas que sí lo hacen, lo que puede traducirse en mayores costos operativos, menor calidad en los proyectos y tiempos de ejecución más largos.
Además, la utilización de tecnologías obsoletas puede llevar a la construcción de infraestructuras menos eficientes energéticamente, con mayores costes de mantenimiento y menor durabilidad, dando como resultado impactos negativos en la economía de las empresas que no cuentan con tecnologías más eficientes.
La obsolescencia tecnológica puede afectar la calidad de vida de las personas, dando así un impacto negativo en lo social. Esto lo podemos ver reflejado en la construcción de infraestructuras ineficientes y anticuadas, las cuales pueden no cumplir con los estándares modernos de seguridad y comodidad, lo que puede poner en riesgo la salud y el bienestar de los usuarios. Además, la falta de actualización tecnológica puede limitar la capacidad de las infraestructuras para adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad, como el aumento de la urbanización o la demanda de soluciones más sostenibles.
Ante este escenario, podemos proponer tres soluciones para el sector con el fin de mitigar los riesgos de la obsolescencia tecnológica. Como primer punto, una empresa puede adoptar la implementación de un programa de innovación continua. Este programa debe incluir la investigación y desarrollo constante de nuevas tecnologías y métodos constructivos. La empresa debe estar atenta a las últimas tendencias y avances en el sector, y estar dispuesta a invertir en la actualización de sus equipos y en la capacitación de su personal.
Como segundo punto, podemos mencionar la adopción de la construcción modular y prefabricada. Estas técnicas permiten una mayor flexibilidad y adaptabilidad, lo que facilita la incorporación de nuevas tecnologías y materiales. La construcción modular y prefabricada no solo reduce el tiempo y los costos de construcción, sino que también permite la actualización y modernización de las infraestructuras de manera más sencilla y eficiente. Además, estas técnicas son más sostenibles y generan menos residuos, lo que contribuye a la sostenibilidad del proyecto.
Finalmente, como tercer punto tenemos el generar alianzas y desarrollar una fuerte red de contactos y colaboraciones con empresas diversas, así como otros stakeholders, con el fin de facilitar el acceso a nuevas tecnologías y conocimientos, y fomentar la transferencia de tecnología y la innovación conjunta.
Incluso, colaborar con centros de pensamiento, universidades, o centros de investigación, pueden proporcionar acceso a los últimos avances tecnológicos y permitir la realización de proyectos piloto y estudios de viabilidad, lo que puede acelerar la adopción de nuevas tecnologías en la construcción.
La obsolescencia tecnológica en la construcción representa un desafío significativo que puede tener graves implicaciones. En CoInPro tenemos muy en cuenta este factor y trabajamos día con día para presentar las soluciones más innovadoras y de alta calidad, así como adecuadas al presupuesto de cada cliente, con el fin de entregar resultados positivos, duraderos y que cumplan los estándares requeridos.